Para que me habré levantado hoy de la cama, si total, hoy es un día triste más, lluvioso, sin mucho trabajo, y ¡¡mucho que estudiar!! Me podría haber hecho la enferma, habría colado...
A lo que vamos, hoy ha sonado el despertador como cualquier otro día, y ya mi madre me ha advertido: "Laura, esta lloviendo", porque como buena madre que conoce a su hija, sabe que paso de los paragüas a no ser que caiga el diluvio universal. Me he asomado a la ventana y las cuatro gotillas no me han asustado, total, mi cara no se iba a mojar más de lo que se ha mojado este fin de semana. Así que he salido de casa sin paragüas, pero con una chaqueta con capucha (já! no soy tan estúpida!) y me he dirigido a la parada del bús, y por suerte (o por desgracia, mas bien), quedaba un sitio libre al fondo del todo, al lado de un chico enorme que ocupaba parte del otro asiento, pero era eso, o de pie.
El viaje ha sido super-diver-de-la-muerte: atasco por la lluvía, pierna y brazo enormes del chico dando calor, maruja hablando por el móvil a gritos... si, un comienzo de lunes genial. Lo más divertido ha sido cuando hemos entrado por el túnel de Avenida América, que el chico enorme me ha dado un diminuto papelito rosa con un número de teléfono. Sí, me lo ofrecía sin decir ni una palabra, solo con un gesto de la mano, a lo que yo le he mirado y he hecho un gesto con la cabeza queriendo decir: "Que haces". Él ha vuelto a empujar el papelito hacía mi mano, y mi siguiente gesto de cabeza ha sido negativo, a lo que ya el muchacho ha retirado el papel. ¿Esta es la nueva forma de ligar? ¿En el bus, sin decir una palabra, y después de darle el viaje a la chica, le alargas un papelito con tu número de teléfono? Estaba claro que tenía el papelito preparado, porque no ha escrito nada, sólo ha estado buscando en su mochila durante unos cinco minutos aproximadamente (cosas de las que luego te das cuenta examinando la situación). Me parece una forma muy triste de ligar.
Luego me he empezado a cuestionar si yo he hecho algo para dar pie a esa situación, pero no he hablado en todo el viaje, apenas me he movido (no podía) y sólo miraba con cara de odio a la maruja. Después he caído, ¡claro! El chico se ha dado cuenta. Es que cuando eres asocial, te da tiempo a hacer muchas cosas. Ayer no sólo me duché, sino que me di body-milk (cosa que hacía siglos que no hacía), me limé las uñas (un poco, ya me aburría) y lo mas importante: ¡me quité el bigotillo! Claro, claro, ha sido eso, el bigotillo, como no habré caído antes...
Para continuar con la mañana, en el bendito metro de la línea 6, se me ha puesto al lado un hombre que no podía oler peor un lunes a las 7.30 de la mañana, que pasa tío, ¡no te has duchado desde el viernes o qué! Me estaba agobiando entre el olor, y dar vueltas a la situación del bus. He descubierto que el invento del siglo sería una grabadora de pensamientos. Sí, yo necesito una, para cuando se me va la pinza (frecuentemente), y en situaciones de asocialismo en las que miras más allá del otro, tu mente se llena de pensamientos estúpidos, y podría salir cada post más divertido...
Conclusión: si conoceis una grabadora de pensamientos, hacermelo saber a la mayor brevedad posible. Chicas, para ligar, quitaros el bigotillo. Chicos, para ligar, no hagais lo del bus. Para que la gente del metro no te odie, ¡duchate!